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VOLVER AL TRABAJO


El blog Babyccino KIDS comenzó hace seis años a modo de diario entre tres amigas (Courtney, Esther y Emilie), dispersas por Europa (Londres, Amsterdam y París respectivamente), y poco a poco ha ido evolucionando hacia una revista online para padres que abarca todo tipo de temas relacionados con la crianza de los hijos: consejos para padres, artículos interesantes, nuevos productos infantiles, manualidades, recetas, temas de interés cultural y otras ideas para los niños. Juntas ofrecen una perspectiva internacional muy interesante sobre la vida familiar moderna.

Volver al trabajo después del nacimiento de un hijo, abandonando la burbuja del bebé y regresando al mundo real, es todo un reto para cualquier madre. Yo decidí volver a trabajar cuando mi primogénita cumplió un año, y esta situación se repitió con mi segundo hijo. En ambas ocasiones supuso un gran cambio en mi vida, que me hizo descubrir y desarrollar nuevas habilidades para lograr adaptarme a mi nuevo estado. Pero soy feliz trabajando. Me gusta mi trabajo, me gusta ganarme la vida por mí misma, y trabajar junto a gente interesante e inspiradora. He tenido que comprometerme y sacrificarme en algunas ocasiones (sobre todo los primeros años), pero me las he arreglado para compaginar mi vida personal y laboral, y estoy bastante feliz con lo que hago. Os cuento un par de pequeñas cosas que a mí me funcionaron.

1. Se organizada. Yo probablemente sea la persona menos organizada del mundo, pero cuando tienes que compaginar niños y trabajo, el orden se vuelve imprescindible. Dedicar la noche del domingo a planificar las cenas de la semana y asegurarse que todo el mundo tiene un montón de ropa limpia (incluida yo) hace que el resto de la semana sea mucho más fácil. Básicamente reduce muchísimo el estrés.

2. No intentes ser perfecta. No te preocupes si las cosas no son perfectas. “Bien” es a menudo mucho más que suficiente. Si te has olvidado de comprar papel de envolver, y tienes que llevar el regalo con papel de periódico, a nadie le va a importar ni nadie va a sufrir por ello. Si tu casa está a veces un poco desordenada porque te falta la energía suficiente, estate segura que no va a causar ningún daño a largo plazo en tus hijos. Aprende a lidiar los golpes, y no seas muy dura contigo misma. Yo he decidido que todo es cuestión de marketing: si llegas a casa y anuncias que esa noche va a ser super especial porque va a haber cereales para cenar, tus hijos lo vivirán como algo placentero, y no como una decepción.

3. Seguir con lo que sabes hacer (al menos por algún tiempo) Volver al trabajo va a ser algo estresante así que, si puedes, será un poquito más fácil si las tareas y obligaciones son conocidas, con gente conocida y una rutina conocida. Así, no tendrás que demostrar a ti misma y al resto de la gente lo que vales, y eso te quitará un poco de presión de encima.

4. Póntelo fácil a ti misma. En mi caso, empecé a trabajar a tiempo completo cuando tenía 25 años, tuve mi primer hijo con 32 y el segundo con 34. Considerando que trabajaré hasta que cumpla 65 años (probablemente más), todavía me queda la mayor parte de mi carrera por delante. Así que he decidido no estresarme durante un par de años y quitar el pie del acelerador un poco. Si eso significa que mi carrera se estanca mientras mis niños son pequeños, pues así será – hay todavía un montón de tiempo por delante.

5. Rodéate de un buen equipo de trabajo. De nuevo, esto varía mucho de una persona a otra, pero si ahora tienes una familia de la que ocuparte, no debes avergonzarte de pedir ayuda alguna vez. En mi caso, yo vivo en una ciudad alejada de mis padres, así que he tenido que trabajar duro para buscar una base sólida de canguros y amigos. Compartir babysitter con amigos que tengan hijos de las mismas edades funciona para nosotros. Es más barato y, si uno de los padres se retrasa, siempre hay alguien para echarte una mano. Con hijos mayores, tener alguien que ayude con los deberes es la clave y, si puedes permitírtelo, una persona para que te ayude con el servicio doméstico. No hay nada mejor que volver de trabajar y encontrarte la casa limpia. Básicamente, cualquier cosa que te pueda ayudar a hacer más fácil el día a día será bueno, pero tienen que ser gente con la que puedas contar plenamente, ya que ¡habrá que solucionar muchos imprevistos!

6. No sientas la necesidad de demostrar que nada ha cambiado. La mayoría de las mujeres (yo me incluyo) sienten que tienen que compensar, e incluso probar que tener niños no supone ningún impacto en su horario laboral. Desgraciadamente eso no es cierto, y tal vez sería mejor asumirlo que intentar hacer feliz a todo el mundo. A veces es inevitable cuando hay que cumplir con una entrega en plazo, pero normalmente la gente entiende perfectamente que tengas que posponer una reunión o una llamada si coincide con la recogida de tus hijos del colegio o su hora de comer. Solucionado el contratiempo, seguro que estarás más relajada y concentrada, y todo el mundo ganará. Probablemente ellos también tienen prioridades parecidas.

7. Mímate. Hazte la manicura, conduce o anda hasta el trabajo con la música a todo volumen, o ve a una clase de yoga a la hora de comer – encuentra algo que te relaje y que te sirva para coger fuerzas. Yo voy a una cafetería que hay enfrente del colegio después de dejar a los niños, y me pido un buen café. Las mañanas en nuestra casa son frenéticas, y esos 20 minutos me sirven para ordenar mis ideas, hablar con amigos y poder continuar. No es mucho, pero suficiente para llenarme de energía para seguir adelante y… conquistar el mundo. Creo que las mujeres tenemos tendencia a olvidarnos de nosotras debido a las obligaciones de nuestro trabajo y nuestra familia. La clave es arañar a cada día un pequeño momento y dedicarlo sólo a nosotras mismas.

8. Por encima de todo, no te sientas culpable. En la mayoría de los países, al menos el 60-70% de las madres trabajan, debido a todo tipo de razones pero, sobre todo, para poder mantener económicamente a sus familias. Mi teoría es que, desde los albores de los tiempos, las mujeres han trabajado, y tu vuelta al trabajo no implica que tus hijos se echen a perder (Y a la inversa, si decides quedarte en casa tampoco se echarán a perder). Por supuesto los echarás de menos, y ellos te echarán de menos a ti, pero ser tu feliz es, a largo plazo, la mejor manera de tener una familia feliz. Sin sentirte culpable, ellos estarán bien (seguramente después de un pequeño periodo de reajustes), y tú también te sentirás bien. Disfruta de tu vuelta al trabajo.

BABYCCINO KIDS

www.babyccinokids.com

Instagram: @babyccinokids

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