Si hay una prenda que seleccionamos con sumo cuidado a la hora de comprarla es el abrigo. Será nuestro salvador los días de frío, la pieza que nos protegerá de inclemencias, vientos y lluvias, pero también la que nos permitirá dar a nuestra ropa el toque de elegancia y estilo que nos gusta.
Siendo, además, de las pocas que dejaremos ver durante muchos de los días del invierno, la importancia de la misma se convierte en algo capital.
Esta temporada triunfan de nuevo los abrigos clásicos, con patrones que parten del mundo de la sastrería para confeccionar prendas rotundamente elegantes, con cortes personalizados que nos envuelven y protegen.
El estampado no desaparece. De nuevo son clásicos como el tartán escocés los que predominan, más allá del microdibujo de otras épocas. Para ambos sexos, la elegancia atemporal se convierte en la clave de la temporada.
La temporada se presenta con abrigos que reivindican los patrones clásicos y elegantes. El mundo de la sastrería es de nuevo el referente con cortes perfectos.
El color oscuro se vuelve protagonista en diseños que buscan el confort.
