Cada día es más habitual encontrar algas en tiendas especializadas en nutrición y dietética o en supermercados gourmet, aunque pocos conocen cuál es su origen.
Para dar respuesta a esta pregunta, nos hemos puesto en contacto con Porto-Muiños, una empresa familiar fundada en 1998, pionera en España en la instalación de cultivos de algas marinas y su comercialización, que participa en distintos proyectos I+D con el objetivo de desarrollar distintas especies. En Galicia hay más de 650 tipos de algas de las cuales Porto-Muiños trabaja con 32 de ellas. ¡Una auténtica huerta submarina!
Las algas, grandes desconocidas
Las algas son un conjunto muy variado de vegetales que viven ligados a la vida acuática, al menos en algún momento de su vida.
La luz solar es su fuente de energía (al igual que la de los vegetales terrestres) pero, a diferencia de estos, no tienen raíces, por lo que absorben los minerales que se encuentran disueltos en el agua del mar necesarios para su desarrollo. Esto hace que sean nutricionalmente muy completas.
Miles de formas y colores
Las algas tienen formas muy variadas y una gran riqueza cromática. Así las podemos encontrar con forma de láminas, cintas, cilindros, filamentos, arbustos… de color verde, rojo, pardo o verdes-azulado, y generalmente no crecen de forma aislada, sino formando hermosos bosques bajo el agua.
¿Cuál es su hábitat?
En el agua salada de mares y océanos viven las principales algas que se utilizan para la alimentación humana, aunque también podemos encontrar algas en ríos, lagos e incluso en cualquier superficie que permanezca húmeda durante un tiempo.
Muchas de ellas crecen en enclaves protegidos de las Rías, y otras necesitan del fuerte oleaje para su nacimiento, como la “Osmundea”. La Costa Gallega es conocida por sus limpias, frías y batidas aguas de gran calidad nutricional, y en ellas viven una gran diversidad de algas marinas, haciendo de nuestra costa una de las mejores huertas marinas de Europa.
¿Dónde crecen y cómo se recolectan?
Las algas marinas que comercializa Porto-Muiños crecen sobre las rocas que bañan las aguas del Océano Atlántico. Los buceadores seleccionan y cortan los mejores ejemplares en la época más adecuada para cada especie, y éstos son transportados alas instalaciones que la empresa dispone, para ser procesados inmediatamente. La mayoría se recolectan buceando en apnea, y otras se recogen a pie, aprovechando la bajada de la marea.
Nutrición y cocina
Desde el punto de vista nutricional, las algas tienen un alto contenido en fibra soluble, que aporta mayor sensación de saciedad, efecto probiótico que nos sirve para el desarrollo de nuestra flora intestinal. No tienen grasas ni azúcares y su aporte calórico es muy bajo (recomendables en dietas hipocalóricas). Ricas en minerales, vitaminas y fibra, algunas especies son fuente de proteínas (interesante opción para dietas vegetarianas).
En la industria alimentaria está ampliamente extendido la utilización de extractos de algas (E-400, E-405) como aditivos alimentarios (espesantes naturales, gelificantes) en la elaboración de cervezas, vinos espumosos, papillas de cereales, yogures, mermeladas, conservas..., etc.
¿Por qué cocinar con algas?
Su sabor y textura las convierte en un alimento excepcional, muy nutritivo, y su versatilidad permite una gran variedad de combinaciones con otros ingredientes que nos resultan más cotidianos.
Para introducirnos en el mundo de las “verduras marinas”, Porto-Muiños nos recomienda comenzar a utilizar las algas en pequeñas cantidades en las recetas que preparamos habitualmente en casa, empezando por el Espagueti de mar o el Wakame, por su parecido a los vegetales de tierra a los que estamos más acostumbrados. Son fáciles de cocinar, ideales para potajes, sopas, ensaladas con un aporte extra de hierro y calcio.
Si lo que queremos es buscar sabores más intensos, podemos introducir en nuestra cocina algas como la Lechuga de mar, Codium, Musgo de Irlanda, Kombu, Osmundea… Estas algas aportan texturas muy diferentes (finas, carnosas, crujientes,…) con sabores también muy particulares, desde el intenso sabor a mar, a percebes, a crustáceo, hasta de toques a trufa o picante. ¡Realmente os sorprenderán!
Lechuga de mar. Es un alga laminar de color verde esmeralda que vive en zonas poco profundas y luminosas. Es muy rica en proteínas de alta digestibilidad, fibra y minerales como el magnesio. Se conocen múltiples beneficios para la salud: diabetes y colesterol.
Ramallo de mar. Vive en las limpias y batidas aguas de la costa atlántica gallega. Su peculiar textura esponjosa y sabor intenso a mar recuerda al percebe.
Musgo estrellado. Pequeña alga roja que crece formando un denso tapiz sobre las rocas en zonas expuestas del litoral. Destaca por su capacidad gelificante.
Espagueti de Mar. Es una bella alga atlántica en forma de cinta. Se recolecta muy temprano, en primavera y se procesa en deshidratado, salazón y conserva.
Wakame. Es un alga de origen asiático naturalizada en la costa gallega. Crece sobre las rocas poco profundas de localidades batidas por el oleaje.
Kombu. Es una especie atlántica que forma bosques submarinos de gran belleza y alto valor ecológico
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