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DRONES: SIENTE EL PLACER DE VOLAR COMO UN PÁJARO


Si hay un artículo que ha traspasado las barreras de lo exclusivo para convertirse en uno de los objetos de deseo más populares y cuyas ventas se han disparado en los últimos años, ese es el vehículo aéreo no tripulado: el dron.

Estas aeronaves se manejan a distancia a través de un mando de control remoto o de un dispositivo móvil. Hay una inmensa variedad de modelos en el mercado, y la horquilla de precios también es bastante amplia. Parte de los 30 € de las unidades más básicas hasta superar con creces los 1000 € de las más avanzadas. Las diferencias se centran en el tamaño, los materiales de construcción y las características técnicas del dron.

A mayor importe, mayores prestaciones

Según aumenta el precio, vamos encontrando: propuestas sin cámara; con cámara básica que nos proporcionará vistas del vuelo en primera persona (FPV, First Person View) pero con poca resolución; otras que ofrecen 14 Mpx y 1.080 puntos; e incluso las que integran sistemas de grabación 4K o permiten acoplar cámaras profesionales. En todo caso, la calidad de la imagen capturada depende también de los sistemas de estabilización del dron y de la facilidad de manejo del mismo.

Como apuntábamos, un dron se puede manejar con un mando de radio control sencillo o dotado de grandes funcionalidades. También es posible dominar el aparato desde nuestro smartphone o table,t gracias a una app gratuita que proporciona el fabricante. En este caso, tenemos la ventaja de que podemos aprovechar los sensores del terminal (acelerómetro, giroscopio o magnetómetro), pero su control es menos preciso y requiere establecer una red WiFi con el dron para comunicarse con él, lo que limita su alcance. Algunos modelos también operan a través de Bluetooth.

La autonomía y distancia recorrida también varían según avanzando en precio. De esta forma, las baterías integradas en los más baratos ─ideales para principiantes que van a estrellar su flamante adquisición una buena cantidad de veces hasta lograr cierta pericia─ solo te permiten unos 5-7 minutos de vuelo. Más allá, tenemos un nivel medio de 10-15 minutos y otro superior de 45 minutos en el aire, que brindan dos baterías integradas. No obstante, hay que considerar que cuantas más funciones usemos (como GPS, grabación de vídeo…) más energía consume el aparato. Por ello, conviene plantearse comprar una segunda batería para no quedarnos con la miel en los labios en pleno vuelo.

Un diseño para cada tipo de uso

El segmento de los drones es descomunal y, además de los aéreos, existen drones terrestres e hidrodrones. Centrados en los voladores, podemos hablar de dos grandes diseños: tipo avión, con alas fijas y más orientados a usos militares y comerciales, y tipo helicóptero, dirigidos a usos lúdicos, con cuatro rotores y hélices (cuadricóptero), seis (hexacóptero) y ocho (octacóptero).

Igualmente, disponemos de soluciones para vuelos en interior y exterior. Los más clásicos en interiores son los nanodrones, microdrones y minidrones, pequeños vehículos que pueden alcanzar dimensiones diminutas. Precisamente, su tamaño los hace inestables fuera de casa y muy sensibles a las rachas de viento. Pesan unos 20 g y sus baterías duran en torno a cinco minutos. Entre los últimos lanzamientos se encuentran: el cuadricóptero Sky Viper Nano Dron, el hexacóptero JJRC H20, y el Cheerson CX-10C Mini, con cuatro rotores y cámara delantera de 0,3 Mpíxeles integrada.

En exteriores, dirigimos la vista a productos de mayor tamaño y posibilidades. Los amantes de las acrobacias pueden decantarse por el cuadricóptero WLtoys V383 3D (unos 400 €), con casi un kilo de peso, y capaz de realizar vuelos invertidos, a cuchillo, tubular rolls… Asimismo, los equipos con cámara de alta resolución integrada son muy populares entre los profesionales para tareas como filmación, vigilancia o publicidad aérea. Sin embargo, también están llegando en masa al usuario convencional. Entre ellos, destaca el DJI Phantom 3 Professional (1.200 €), con cámara de 12 Mpx que hace fotos y vídeo en 4K.

¿Se puede volar en todas partes?

La propagación del empleo de drones desde el ámbito militar al uso civil, y de éste al entretenimiento, lo que ha llevado al boom experimentado en los últimos años en la oferta de este tipo de dispositivos, ha pillado a trasmano a los legisladores. En nuestro país, la Ley 18/2014, de 15 de octubre, recoge en los Artículos 50 y 51 la normativa temporal aplicable a las aeronaves civiles pilotadas por control remoto hasta que se apruebe una ley definitiva. Las competencias se encuentran en manos de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), dependiente del Ministerio de Fomento.

La regulación hace diferenciaciones entre drones de menos de 2 kg, de hasta 25 kg y con peso superior a 25 kg, entendiendo como drones aquellos vehículos aéreos no tripulados que se emplean para usos profesionales (entre ellos, actividades de I+D, tratamientos aéreos fitosanitarios, extinción de incendios, observación y vigilancia, publicidad, emisiones de TV, salvamento… ) Para todos estos casos, hay que registrarse en la AESA, contar con un seguro específico de responsabilidad, documentar que se es piloto de drones y tener un certificado médico en vigor.

En el ámbito del aficionado, los equipos se denominan aeronaves y no requieren habilitación por parte de la AESA. Si se vuela en espacios cerrados, no entra dentro de la jurisdicción de este organismo, y solo se precisará la autorización del propietario. En cualquier caso, es obligatorio que el vehículo no supere los 120 m de altura y los 500 m de distancia desde la persona que lo controla (aunque para soluciones de menos de 2 kg no es preciso cumplir este último punto).

Tanto para uso profesional como de entretenimiento, no está permitido volar el dron sobre áreas urbanas, aglomeraciones de personas o cerca de aeropuertos, aeródromos o instalaciones similares; tampoco es posible manejarlo en zonas de vuelo, ni utilizarlo de noche. Las sanciones por no cumplir estos requerimientos pueden llegar a los 4,5 millones de euros en el segmento profesional y los 225.000 € en el ámbito lúdico. Además, se insta a disfrutar de este hobby en espacios de vuelo de aeromodelismo, zonas despobladas…

Parrot Bebop 2

Si hay algún responsable de la expansión de los drones en el mercado de consumo, ese es Parrot. Una de sus últimas propuestas es este cuadricóptero de recreo de 500 gr., con una autonomía de 25 minutos, pensado para volar en interior y exterior. Cuenta con un sistema de parada automática de las hélices en caso de impacto, y función de vuelta al punto de partida.

Está equipado con cámara integrada no removible de 14 Mpx y objetivo ‘ojo de pez’, graba vídeo Full HD estabilizado en 3 ejes. Se puede dirigir la cámara 180○, y obtener vídeos y fotografías cenitales sin perder calidad. Integra GPS y es posible manejarlo desde el móvil o tablet gracias a la aplicación FreeLight (para iOS y Android). La señal WiFi tiene una cobertura de 300 m. En ascenso vertical alcanza los 6 m/s, y en horizontal llega hasta 18 m/s (60 km/h). Es compatible con el mando Skycontroller, que amplía la cobertura WiFi hasta un máximo de 2 km, exhibe puerto USB y salida HDMI para conectar, por ejemplo, gafas externas. P.V.P.: 549 €

DJI Phantom 3 Standard

La compañía china DJI copa el panorama doméstico mundial de drones. El Phantom 3 es un cuadricóptero con GPS integrado que almacena la posición de partida y puede volver a ella con solo apretar un botón. Su opción de vuelo estacionario le permite mantenerse flotando en el aire a la espera de nuevas órdenes; eso sí, dispone de 25 minutos de autonomía y las distancias que mantiene en vertical y horizontal se ajustan a la normativa española, esto es, 120 y 500 m respectivamente. No obstante, el alcance de su mando de control es de hasta 1 km, y éste cuenta con soporte para acoplar el teléfono móvil.

El aparato pesa 1.200 gr. y alcanza una velocidad máxima de 16 m/s en horizontal. Lleva una cámara fija (no removible) que aporta 12 Mpx en fotos y 2,7 K para grabación de vídeo estabilizado en 3 ejes. La app gratuita DJ Go nos brinda la oportunidad de visionar en el móvil las tomas de la cámara y ajustar parámetros fotográficos, así como controlar algunas opciones de navegación: rumbo fijo, trayecto de varios puntos o seguimiento del piloto a través de la función Follow me. Cuesta 599 €.

Hubsan X4 107C+

En formato minidrone, esta unidad de Hubsan resulta perfecta para los aficionados a las acrobacias. Es muy resistente a golpes y caídas, y sus cuatro indicadores led nos permiten posicionarla en ambientes con poca luz. Pesa solo 50 gr., y mantiene una gran estabilidad en exteriores gracias a su giroscopio de 6 ejes, pero su veloz desplazamiento lo hace algo complicada para manejarla en interiores.

Al margen de la maniobrabilidad y de su capacidad de hacer rotaciones de 360 grados, sobresale su cámara frontal de 720p. Desde el mando de radio control, que implementa una pantalla LCD, es posible efectuar los ajustes oportunos sobre el giroscopio, así como activar fotografía y vídeo, cuyas grabaciones se almacenan en una tarjeta microSD que se inserta en el dron. Posee un alcance de 100 m y una autonomía de 6-8 minutos. Cuesta 89 €.

Syma X5C Explorers

A pesar de que Syma tiene aeronaves más recientes, hemos querido seleccionar ésta de cuatro rotores por ser una de las más populares (de hecho, ha sido top ventas en Amazon), y está indicada tanto para iniciados como principiantes (para los que tiene un modo de vuelo específico). Ronda los 100 gr. de peso, y aporta una navegación aérea brillante y sencilla en exteriores, donde podremos hacer flips de 360º, mientras la estabilidad está asegurada por su giroscopio de seis ejes. En todo caso, si se produce alguna caída, su estructura de plástico ABD con medias lunas de protección para las hélices es muy resistente. Además, hay muchos recambios en la red para este dron a buen precio.

Está dotado de una cámara HD de 1.280 x 720 puntos, e incluye una tarjeta microSD de 2 GB donde grabar nuestros viajes por el aire (hasta 800 instantáneas o 30 minutos de vídeo). Se maneja a través del mando de control remoto de 2,4 GHz y logra una distancia desde el transmisor de 80 m. Cuenta con luces intermitentes para vuelos nocturnos, y la batería dura unos 7 minutos. Su precio se sitúa por debajo de los 50 €.

Walkera Runner 250 Advanced GPS

Orientado a los aficionados a las carreras que ya han tenido alguna experiencia de pilotaje, el Runner 250 Advanced de Walkera no defraudará. Posee un moderno y atractivo diseño, con el cuerpo fabricado en fibra de carbono y leds laterales que indican la dirección que toma el vehículo, algo muy útil en competición para el propio piloto y los demás corredores. Pesa 446 gr. sin batería, llega hasta los 12 minutos de vuelo y alcanza los 40 km/h.

Incluye un módulo GPS que permite la vuelta al punto de partida y el mantenimiento de la posición, y se pueden obtener datos OSD en el transmisor para conocer coordenadas, nivel de baterías, altitud y dirección. La cámara integrada es de 12 Mpx con grabación de vídeo de 1.080p a 60 fps. Además, admite acoplar otra cámara, como la GoPro. Solo se maneja a través del radio transmisor, que puede ser el modelo de entrada Devo 7 o el más avanzado Devo F12E. Este último tiene un rango de cobertura de 1,5 km. Puedes comprar desde solo el cuadricóptero por poco más de 400 €, hasta el kit de dron + mando Devo F12E + gafas Google2 por algo más de 1.000 €.

Parrot Hydrofoil

Parrot presenta un producto preparado para actuar en dos entornos: acuático y aéreo. Se trata de Hydrofoil, un minidron volador acoplado a un pequeño catamarán de plástico. El equipo se maneja desde un móvil gracias a la app gratuita FreeFlight 3 y su alcance es de 20 m. En el agua puede llegar hasta los 10 km/h y hasta 18 km/h en el aire. La estabilidad corre a cargo de un giroscopio y acelerómetro de 3 ejes y, además, integra una cámara que hace fotos de 640 x 480 px y las guarda en su memoria interna de 1 GB. Tiene una autonomía de unos 8 minutos. Cuando surca los cielos, puede dar vueltas acrobáticas de 360○ hacia adelante y hacia atrás, y en ambos entornos gira en 90○ y 180○. Su precio es de 169 €.

Parrot AR Drone 2.0 Elite Edition

Otra de las creaciones de Parrot con la que vivir emociones intensas de pilotaje es el AR Drone 2.0. Se comercializa en tres versiones: Elite Edition, Power Edition y GPS Edition. Nos centraremos en la primera y más económica. El artefacto pesa 436 kg e incluye una cámara HD de 720p con la que enviar las grabaciones de vídeo en tiempo real al dispositivo Android o iOS que lo controle a través de WiFi o grabarlas en una llave USB conectada al puerto que incorpora. Incluso, es posible compartir los vídeos en YouTube con solo pulsar un botón de la app AR FLight 2.0 de descarga gratuita. Exhibe varios modos de vuelo, incluido el piloto automático para que los más inexpertos puedan despegar y aterrizar sin problemas. Puede elevarse hasta 50 m a una velocidad de15 km/h y desplazarse en horizontal a 18 km/h. También es capaz de hacer loopings en el aire y otras maniobras. Elite Edition está disponible en tres estilos de camuflaje (selva, arena y nieve). P.V.P: 249 €.

Parrot Jumping Sumo

Puestos a pasar un rato divertido pero con los pies en la tierra os acercamos este minidron terrestre que pueden manejar mayores y pequeños desde un teléfono o tablet a través de WiFi con la aplicación FreeFlight 3.

Este todoterreno da saltos de 80 cm de altura en modo Jumper, zigzaguea y hace toda clase de piruetas. En la modalidad Kicker, aparta obstáculos del camino, mientras que en Autobalance se comporta como un auténtico equilibrista. Está preparado para tomar curvas de 90○ y 180○, al tiempo que expresa emociones mediante distintas animaciones sonoras. Sus ruedas retráctiles pueden separarse más o menos del cuerpo para aumentar la velocidad y la cámara integrada captura fotos y graba vídeo. Pesa 180 gr. y tiene un radio de cobertura de 50 m. Cuesta 99 €.

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